19.2.07

9883 Una pausa reembolicada

Todo recosido. Todo quieto y, al mismo tiempo, una velocidad aterradora pasa por tu lado y te dice: "Hola". Ella no se mueve. Si quieres determinar donde nace el nuevo minuto, te conviertes en estatua de sal; Si quieres determinar el gusto salado de su cuerpo te conviertes en goloso fotón. Un contrapunto. Una daga corta el fruto medio maduro del "buenos días" con que se saluda la gente, para dejar las horas que restan sin su cabeza pensante, sin su trajín monotemático de vuelta y vuelta. Un día moribundo, chorreante de sangre, donde las glóbulos rojos son minutos, los blancos segundos, las plaquetas horas... Tu lengua salada chupa y soborea todo este tiempo perdido, que ahora muere tras leer todas estas frases sin sentido.
Si no heu vist la pel.lícula, no la play-eu. Com dir moltes coses, sense dir res: Little Miss Sunshine