Una mujer necesita veinte años para convertir
a su hijo en un hombre, y otra mujer veinte minutos
para convertirlo en un idiota.
Charles Dickens (1812 - 1870)
Capítulo 2:
Visca el barça! (ja, ja ja!!!)
Epílogo:
el Carlitus té pastanaga,
i tú, sempre estaràs convidada...
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